Radio HM

Compartiendo a Jesucristo: «Yo soy la vid y vosotros los sarmientos»

«Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada».

Compartiendo a Jesucristo: «Nadie va al Padre sino por mí»

«Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí?».

Compartiendo a Jesucristo: Acción del Espíritu Santo

«Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena».

Compartiendo a Jesucristo: Estamos solamente de paso

«No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar».

Compartiendo a Jesucristo: Amar al otro a través del servicio

«En verdad, en verdad os digo: el criado no es más que su amo, ni el enviado es más que el que lo envía. Puesto que sabéis esto, dichosos vosotros si lo ponéis en práctica».

Compartiendo a Jesucristo: «Yo he venido al mundo como luz»

«El que me rechaza y no acepta mis palabras tiene quien lo juzgue: la palabra que yo he pronunciado, esa lo juzgará en el último día».

Compartiendo a Jesucristo: Yo conozco a mis ovejas y ellas me siguen

«Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, esas dan testimonio de mí. Pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano».

Compartiendo a Jesucristo: «Yo soy la puerta»

«Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos».

Compartiendo a Jesucristo: «Yo soy el Buen Pastor»

«El buen pastor da su vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo las roba y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas».

Compartiendo a Jesucristo: «Yo soy el pan vivo, bajado del cielo»

«Como el Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre, así, del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Este es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre».