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Compartiendo a Jesucristo: ¿Con quién compararé a los hombres de esta generación?

«Porque vino Juan el Bautista, que ni come pan ni bebe vino, y decís: “Tiene un demonio”; vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y decís: “Mirad qué hombre más comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores”».

Compartiendo a Jesucristo: Simón el fariseo y la mujer pecadora

«Por eso te digo: sus muchos pecados han quedado perdonados, porque ha amado mucho, pero al que poco se le perdona, ama poco».

Compartiendo a Jesucristo: Las mujeres acompañan a Jesús

«Jesús caminaba por pueblos y aldeas predicando y anunciando el reino de Dios. Iban con Él los doce  y algunas mujeres que había liberado de malos espíritus y curado de enfermedades».

Compartiendo a Jesucristo: «Id también vosotros a mi viña»

«“¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?”. Le respondieron: “Nadie nos ha contratado”. Él les dijo: “Id también vosotros a mi viña” ». 

Compartiendo a Jesucristo: Escuchar y cumplir la Palabra de Dios

«Entonces le avisaron: “Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte”. Él respondió diciéndoles: “Mi madre y mis hermanos son estos: los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen”».  

Compartiendo a Jesucristo: Tú eres el Mesías de Dios

«“¿Quién dice la gente que soy yo?”. Ellos contestaron: “Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros dicen que ha resucitado uno de los antiguos profetas”. Él les preguntó: “Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?”. Pedro respondió: “El Mesías de Dios”». 

Compartiendo a Jesucristo: «Sígueme»

«Al pasar vio Jesús a un hombre llamado Mateo sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: “Sígueme”. Él se levantó y lo siguió».

Compartiendo a Jesucristo: Misión de los apóstoles

«Se pusieron en camino y fueron de aldea en aldea, anunciando la Buena Noticia y curando en todas partes».

Compartiendo a Jesucristo: Dar sentido al sufrimiento

«Entre la admiración general por lo que hacía, dijo a sus discípulos: “Meteos bien en los oídos estas palabras: el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres”. Pero ellos no entendían este lenguaje; les resultaba tan oscuro, que no captaban el sentido».

Compartiendo a Jesucristo: Parábola de los dos hijos

«En verdad os digo que los publicanos y las prostitutas van por delante de vosotros en el reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron».